Problemas con el Vino?

Simplicidad

El vino es Sano, es la Bebida alcohólica más saludable, alcanzable y disfrutable del mundo.Siempre y cuando seamos concientes de la mesura y moderación en su consumo.

Una copa con cada comida es una de las costumbres más saludables que el ser humano puede tener, esta costumbre se puede dar con absolutamente todos los vinos, sean del valor que sean.

Y todos los vinos son complejos, un cromatógrafo es fase gaseosa se vuelve loco con el vino.

Entonces, ¿por qué cada día bebemos menos Vino? Que es lo que hace que una bebida ya Universal, que se puede conseguir en toda la gama de precios casi Globalmente, de repente vea menguado su consumo a niveles que predicen catástrofe sin que por ello haya bajado el consumo de Alcohol?

La verdad es que son un enorme cúmulo de cosas, a ver:

Enorme presión por parte de las autoridades a la hora de sancionar su consumo. Una Copa en la Comida es Malo

Un cambio vertiginoso en las costumbres Alimenticias, lo hacemos todo muy rápido, desayunar, almorzar, cenar, no hay tiempo, o lo hacemos en paralelo con otras actividades ociosas, llámese Pantalla de Inmersión.

Ha pasado de ser uno de los alimentos básicos de toda Sociedad Culta, a convertirse en una bebida Recreativa, Vino = Alcoholismo

Una gran segmentación en estilos, creando confusión en el consumidor por la complejidad mal expresada

Y una pobre Variedad en sus presentaciones On Trade: 375cc (casi muerta), 750cc (hoy día NO Sirve) y 1000cc (para los pobres), Patético

Una concentración enorme del negocio, Bodegas Súper-Productoras y Distribuidoras Oligopólicas, al ser Omnipresentes en el mercado, hacen de la elección de una etiqueta un mero ejercicio de Marketing.

La sobrexposición de Medallas y Puntajes, lo cual hace pensar que todo Vino de menos de 90 puntos sea una mierda.

La sobre valoración de algunos Enólogos, Regiones y Variedades, descartando el resto como basura.

Ya quedan pocas Regiones Vitivinícolas con costumbres de consumo diario, la Gran Mayoria de las Nuevas Regiones no las tienen, o las ha perdido (Argentina), perdiendo identidad Cultural y por lo tanto muy dependiente del Comercio Global para su progreso, necesitando Traccionar a través del Marketing.

Una cadena de distribución Enorme, con muchos actores, todos pendientes de su pedazo de torta, en contra del pequeño y mediano Productor, dejando unos precios a su paso que uno no puede, o no quiere comprender, jugando esto en contra del Consumidor.

Increíble en éstos tiempos de pura Conexión Electrónica, en donde el Comercio Directo debería ser Norma, ayudado con acciones que acerquen esa Cultura Productiva al Cliente, para que pueda Conectar con el Producto Emocionalmente.

Hay un constante deterioro de la Cultura del Vino = Alimento, a favor de una Imagen Vino = Objeto.

Hemos cambiado mucho en los últimos 50 años, nuestra Cultura Alimentaria ha pasado a ser una dieta basada en Calorías, Proteínas, Carbonos, Enzimas, Aminoácidos, Péctidos y Mil palabras más que debe saber un Nutricionista.

Deberíamos Substituírlas por Monsanto, ADM, Cargill, Dreyfuss, Bayer, Bunge, Exxon.

Antes era Agua, Carnes, Lechuga, Fruta, Huevo, Sal, Pan y Vino, seguimos comiendo lo mismo, pero comemos y bebemos de las Industrias que he nombrado.

Dentro de ésta vorágine de Industrialismo, uno de los pocos Alimentos que siguen siendo fieles a la era pre-industrial es el Vino, pequeños y medianos Productores fieles a procesos productivos Sustentables, que no hacen daño, y esa característica se refleja en sus Vinos.

Me gustaría que no caigan en la trampa de la Certificación, que sean fieles a su Cultura a pura Honestidad, sin Organismos ni Sellos, que se les pueda creer cuando mirando a los ojos expliquen que no usan fitosanitarios, que se preocupen Principalmente de la Comunidad que los Rodea, para que se identifiquen con su Obra.

A los Profesionales de la Hostelería del Beber también me gustaría pedirles algo.

Que defiendan la Cultura del Beber como parte inalienable de la Alimentación Diaria, que mucho antes de la Bodega, el Distribuidor, el Jefe y la Billetera hay que pensar en el Huésped, y que expresen la gigantesca complejidad del Vino con Simplicidad, haciendo de la “Venta” un acto de Honestidad y Sensibilidad